El aerogel tiene muchas aplicaciones comerciales, aunque principalmente ha sido utilizado como aislante érmico en las ventanas de los edificios de oficinas, en las que sus propiedades son utilizadas para evitar la pérdida de calor o frío.
Su aspecto es fantasmagórico y tiene una resistencia considerable ya que soporta más de 1000 veces su peso.
El uso más obvio de los aerogeles es como aislante térmico ultraligero para estructuras aéreas, lo que permitiría a estas flotar indefinidamente en el aire. El pabellón de los Estados Unidos en la Feria Universal de Montreal es una cúpula geodésica tan ligera, que una diferencia de temperatura entre el aire del interior con el exterior la haría flotar. El gran problema de crear y conservar esta diferencia en una esfera de treinta y tantos metros de diámetro se resuelve con un aerogel traslúcido que no permite la fuga de calor y sí la entrada de radiación solar, como un cristal, con lo que se aumenta la flotación indefinidamente mientras le dé el Sol, y dada la ligereza del material de la "piel" de la cubierta sería masa de flotación en vez de peso. Incrementando el diferencial de temperatura interior exterior al elevarse en la atmósfera un ejemplo partiendo desde un punto cálido en la superficie y elevándolos hasta los ocho mil metros tendríamos diferencias de temperatura de 80 ºC. Una estructura así flotaría y produciría un excedente de energía útil inagotable.
El aerogel puede servir como parachoques de automóviles, pues amortigua los golpes en un 89% de intensidad